viernes, 25 de septiembre de 2020

Enviadas para estar en el mundo

Perfección en la unidad

 Pamela Martínez Carvallo




¿Sabías que Jesús oró por ti y por mí? En el pasaje de Juan 17, Jesús ora por cada creyente de todos los tiempos. Nosotras estábamos en sus pensamientos cuando se preparaba para morir por cada una de nosotras, para darnos perdón, deseando restaurar nuestra relación con Dios. 

En este pasaje se nos muestra los 3 tipos de oraciones que Jesús hizo. El capítulo entero es una oración de intercesión de Él hacia el Padre. Revisemos:

·       La primera oración, Jesús ora por sí mismo (Juan 17:1-5):

Jesús reconoce en sí mismo, que ha recibido del Padre toda autoridad sobre cada ser humano, que por medio de Él se nos otorga la vida eterna a cada uno de los que el Padre le ha dado y que esta vida eterna consiste en conocer a Dios como el único y verdadero, y al Hijo a quien ha enviado. Pero para vivir esta vida eterna se requiere establecer una relación íntima con el Señor Jesús, a través de su Espíritu Santo, Y ahora que Jesús termina su obra acá en la tierra, le pide al Padre que lo glorifique, así como Él mismo lo ha hecho acá en la tierra y le ruega que lo restaure a su lugar de honor y autoridad. Jesús pidió volver al estado que tenía antes de la fundación del mundo, al lado de su Padre.

 

 

·       La segunda oración es en donde, Jesús ora por sus discípulos (Juan 17:6-19):

 

Estos versículos nos hablan de la oración de intercesión que hizo por sus discípulos, Jesús reconoce en el Padre que todo lo que tiene él como Hijo, le pertenece a Dios Padre, y le fuimos otorgadas a Jesús para recibir el mensaje en el que hemos creído y hemos aceptado. Le pertenecemos a Dios el cual nos fue revelado por Jesucristo. Él intercedió por nosotras, rogó al Padre por los que le pertenecían, porque Él dejaría este mundo, volvería al Padre, pero nosotras quedaríamos acá, ¡en el mundo! Rogó al Padre que nos diera su protección para que seamos UNA, al igual como lo son el Padre y el Hijo y para que recibiéramos su gozo en plenitud.

 

Jesús no pide al Padre que nos quite del mundo!, ¡sino que nos libre del mal!, Vivimos en este mundo para interactuar con él, ya que de esta manera podremos mostrar a Jesús y entregar el mensaje de salvación, ¿nuestra misión? ¡llevar a otros a la salvación! Y así como Él fue enviado al mundo, nosotras también hemos sido enviadas al mundo.

 

Esta oración de intercesión es una muestra de amor invaluable, antes de ir a la muerte de cruz, dedicó tiempo para orar por nosotras, para que disfrutáremos de su gozo. Su gran deseo es que seamos una en Él de esta manera seremos un testimonio real y poderoso de su amor.

 

·       La tercera oración, Jesús ora por todos los creyentes (Juan 17: 20-26):

 

En esta intercesión Jesús no sólo oró por nosotras, rogó también por los que han de creer en Él por medio de nosotras deseando que logremos esta unidad en Él y para que el mundo crea que Él vino en rescate por nosotras para darnos salvación y vida eterna y juntos alcancemos la perfección de la unidad. Finalmente dice: “Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo sí te conozco, y estos reconocen que tú me enviaste.  Yo les he dado a conocer quién eres, y seguiré haciéndolo, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo mismo esté en ellos”.

 

Las invito a reflexionar sobre este pasaje de la Biblia, que nos muestra tan grande amor que fue derramado por nosotras y por cada una de las que se sumarán. Para que alcancemos la perfección en la unidad.

 

Cada rama unida a la vida está unida a cada una de las ramas.