jueves, 29 de octubre de 2020

Cumpliendo con mi deber cívico.

 


Por Elizabeth Palma Gallardo

Durante esta semana la noticia principal ha sido el resultado y como se desarrolló la votación del pasado domingo. No hubo persona que no haya escuchado, comentado o compartido alguna noticia respecto a dicho evento. Muchos se alegraban de haber cumplido con su deber cívico por primera vez, otros comentaban respecto a la alta participación popular o sobre el resultado del sufragio. Está claro que nadie pudo quedarse ajeno a este suceso.

Muchos ciudadanos están tranquilos, porque independiente del resultado, se sienten satisfechos de haber cumplido con su deber cívico.

Pero, así como muchos ya están preocupados y trabajando en el proceso que ahora se viene en el tema constitucional (¿Quiénes serán los constituyentes?, ¿Cómo podrán inscribirse los independientes?, ¿Qué organizaciones podrán participar?, etc.) nuestra tarea como cristianos y ciudadanos de este país también debe continuar, no debe quedarse solo en la satisfacción de haber emitido un voto.

En la primera carta a Timoteo, el Apóstol Pablo dice Así que, recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. 1 Timoteo 2: 1-2” versión NVI

Si realmente queremos cumplir con nuestro deber cívico, debemos seguir rogando y pidiendo por nuestras autoridades, para que estas puedan ser guiadas por Dios con el fin de que las leyes, derechos y responsabilidades ciudadanas que se redactarán en la nueva Constitución puedan contener lo que Dios anhela para sus hijos. No olvidemos que el primer propósito por el cual Dios establece autoridades civiles es para el bien del pueblo. Para proteger los derechos de las personas, la propiedad y la libertad que cada individuo debe tener.

 

Así no nos será contradictorio someternos a las autoridades terrenales, ya que como nos lo recuerda Pablo en su carta a los romanos, “Sólo Dios puede darle autoridad a una persona, y es él quien les ha dado poder a los gobernantes que tenemos. Por lo tanto, debemos obedecer a las autoridades del gobierno.” Romanos 13:1 versión TLA.

La invitación es a seguir orando, se vienen nuevas elecciones, plebiscitos y leyes, por lo que necesitamos que Dios en su misericordia nos acompañe y guie en todo y así cumpliremos con nuestro real deber cívico.