Tenemos Esperanza
Cuando todo nos parece perdido, la fidelidad de Dios y la
confianza a sus promesas, a nosotros los creyentes, nos ánima. A pesar de vivir
muchas veces bajo situaciones adversas y por qué no decirlo, bajo situaciones
de crisis sociopolíticas, económicas y religiosas (como se viene sintiendo y se
ha hecho visible desde hace un año) el creyendo es particularmente una persona
optimista en la esperanza de salvación. A pesar de sentir y reconocer el
pesimismo histórico, es decir, de ser capaz de entender y advertir las
injusticias y lo irregular de muchas situaciones en la vida y en el sistema,
nace en él, un horizonte esperanzador, un horizonte ético hacia el cual
transitar. La esperanza de la cuál
hablan muchos escritores en la biblia, entre ellos Pablo, no está enfocada en
el más allá. Esta esperanza de Salvación tiene sentido para el cristiano, en el
aquí y en el ahora. La esperanza del cristiano está puesta en el significado
que la Resurrección de Cristo tiene en la vida de cada creyente y de cada
comunidad. Los que no tienen esperanza son los que no
ven un sentido y un futuro para la historia. Los que carecen de utopía y dejan
de caminar hacia un horizonte ético diferente, los que dejan de construir el
Reino de Dios en la historia, tal como lo propuso Jesús, finalmente, son los
que dejan de soñar. Eduardo Galeano en uno de sus libros, citando a Fernando
Birri se pregunta para qué sirve la utopía y se responde “La utopía está en el
horizonte, camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se correo
diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para
caminar” Cuando perdemos la esperanza, es cuando nos sentimos derrotados, y
dejamos que el sistema, las circunstancias, los problemas, las dificultades nos
manejen. Dejamos de tomar decisiones por miedos y permitimos que factores
externos nos dominen. Néstor Míguez dice que “la opresión sabe que alcanza su
mayor victoria cuando es capaz de despojar a su víctima aún de la esperanza.
Pero el ser humano oprimido percibe que renunciar a la esperanza es renunciar a
la vida”. Tener esperanza en la Salvación y creer en la Resurrección de Cristo
es vivir pensando no en el futuro después de la muerte ni en el más allá, es
vivir transformando nuestro presente gracias a la victoria que la Resurrección
de Cristo trajo a nuestras vidas.
Les
dejo la letra y el link de un himno latinoamericano escrita por Federico
Pagura:
https://www.youtube.com/watch?v=NWWoWXXpI4s
Porque Él entró en el mundo y en la historia
Porque Él rompió el silencio y la agonía
Porque llenó la tierra de su gloria
Porque fue luz en nuestra noche fría
Porque Él nació en un pesebre oscuro
Porque Él vivió sembrando amor y vida
Porque quebró los corazones duros
Y levantó las almas abatidas.
Por eso es que hoy tenemos esperanza
Por eso es que hoy luchamos con porfía
Por eso es que hoy miramos con confianza
El porvenir en esta tierra mía
Por eso es que hoy tenemos esperanza
Por eso es que hoy luchamos con porfía
Por eso es que hoy miramos con confianza
El porvenir
Porque atacó a ambiciosos mercaderes
Y denunció maldad e hipocresía
Porque exaltó a los niños, las mujeres
Y resistió a los que de orgullo ardían
Porque Él llevó la cruz de nuestras penas
Y saboreó la hiel de nuestros males
Porque aceptó sufrir nuestra condena
Y así morir por todos los mortales.
Porque una aurora vio su gran victoria
Sobre la muerte, el miedo y la mentira
Ya nada puede detener la historia
Ni de su Reino eterno la venida
Por eso es que hoy tenemos esperanza
Por eso es que hoy luchamos con porfía
Por eso es que hoy miramos con confianza
El porvenir en esta tierra mía
Por eso es que hoy tenemos esperanza
Por eso es que hoy luchamos con porfía
Por eso es que hoy miramos con confianza
El porvenir
Por eso es que hoy tenemos esperanza
Por eso es que hoy luchamos con porfía
Por eso es que hoy miramos con confianza
El porvenir