viernes, 28 de agosto de 2020

¿Cómo enfrentas tú las crisis?

 

¿Cómo enfrentas tú las crisis?

Claudia Mardones Bahamonde


 

En el último tiempo, hemos escuchado demasiadas veces la palabra crisis: crisis climática, social, política, sanitaria, económica, matrimonial, existencial, emocional, espiritual, etc. Es posible que te sientas sobrepasado y angustiado, porque se van sumando cada vez más complicaciones o, tal vez, te sientes indiferente y tratas de seguir viviendo el día a día sin pensar demasiado en lo que está ocurriendo a tu alrededor, porque, finalmente, no es mucho lo que se puede hacer. Lo que estaba bajo control se ha vuelto inestable, incierto generando angustia y preocupación. Sin embargo, debes tener presente que nada es eterno en esta vida, ya sea bueno o malo, pasado un tiempo se termina.

¿Sabías que las crisis son cíclicas? Esto quiere decir que las crisis vienen, pasan y se van; dejan sus efectos, la vida sigue, se reestructura, pero regresan, y comienza de nuevo el ciclo. Ahora bien, cada persona percibe las crisis de una manera diferente. Se cuenta la historia de la hija de un chef, que agobiada por los problemas que enfrentaba día tras día, buscó el consejo de su padre, y el cual le dijo: Imagina una zanahoria, un huevo y un café. ¿Qué le pasa a cada uno cuando debe soportar el agua a altas temperaturas? La zanahoria, se ablanda; el huevo se endurece, y el café transforma el agua en un rico brebaje de agradable sabor y aroma. Las crisis son como el agua caliente, algo que debemos soportar y enfrentar, no todos reaccionamos igual, pero ¿cómo reaccionas tú ante ellas?

Las crisis son problemas, pero también son una oportunidad. Sí, son una oportunidad para modificar aquello que teníamos controlado y ordenado y que las crisis han venido a trastocar. Nos obligan a pensar en nuevas posibilidades, otros escenarios posibles para nuestra vida. Algunos han dicho que, en momentos de crisis, también surge la genialidad, porque la humanidad está presionada buscando soluciones para enfrentar el problema. Piensa solo en lo que ha generado el COVID-19, cuántos investigadores han hecho avances científicos notables tratando de inventar ventiladores mecánicos, mascarillas, vacunas para combatir este virus, etc.

Las crisis deben generar en nosotros, no un temor inmovilizante, sino acciones que trasciendan y cambien las condiciones actuales. En la Biblia se relata la historia de Josaba, (2 Cr.22 y 2R. 11) una mujer que enfrentó una crisis familiar, política y religiosa muy importante y que se vio obligada a hacer algo más que confiar en Dios.  Josaba, o Josabet, era hija de Jorán, rey de Judá. El rey Jorán se había casado con Atalía, hija de Jezabel y Acab, reyes de Israel que adoraban a Baal. El rey Jorán siguió los pasos de sus suegros e hizo desviar al pueblo de Judá hacia la idolatría. Al morir Jorán, su hijo Ocozías asumió el reinado, quien al igual que su padre, hizo lo malo ante los ojos de Dios. Su reinado fue breve, solo un año, después del cual fue asesinado. Atalía, al enterarse de la muerte de su hijo Ocozías exterminó a toda la descendencia real de Judá, o al menos eso fue lo que ella pensó.  

“Pero Josaba, que era hija del rey y esposa del sacerdote Joyadá, raptó a Joás hijo de Ocozías cuando los príncipes estaban a punto de ser asesinados. Metiéndolo en un dormitorio con su nodriza, logró esconderlo de Atalía, de modo que no lo mataron. Hizo esto porque era la hermana de Ocozías.” (2Cr.22:11 NVI)

¿Te puedes imaginar la escena? Recién asesinado el rey, la reina Atalía, inició un exterminio para asumir el poder del trono de Judá. Fue un momento crítico a nivel familiar. No sólo murió Ocozías, sino también, parte de su familia (los varones que podrían reclamar el trono). Pero, además, es una crisis política porque el rey fue asesinado y sus herederos al trono exterminados. Al mismo tiempo, fue una crisis religiosa, pues tomó el control del reino una mujer que abiertamente adoraba a Baal. Nuestra protagonista, Josaba, enfrentó esas crisis tomando una decisión crucial, decidió esconder al pequeño bebé Joás, su sobrino. El niño Joás estuvo seis años oculto en el templo de Jehová, gracias a la acción de su tía, y al séptimo año fue proclamado rey, con solo siete años. Joás fue un gran rey que hizo lo bueno antes los ojos de Dios y restauró el templo que había sido destruido durante el reinado de Atalía y motivó al pueblo a buscar a Dios nuevamente.

Las crisis nos enfrentan a momentos cruciales que nos obligan a tomar decisiones y llevar a cabo acciones que se convierten en oportunidades, nuevas posibilidades de vivir nuestra vida. La muerte del rey Ocozías vino acompañada de una crisis familiar y una crisis política y religiosa, y Josaba las enfrentó con valor y esperanza. Sin duda, ella sabía que, si salvaba a su sobrino, éste podría reclamar el trono y deslegitimar el reinado de Atalía, en el futuro. Josaba supo mirar más allá del presente, miró hacia el futuro con esperanza, hizo lo que creyó correcto y confió en Dios. Espero que en medio de este tiempo de crisis mantengas la esperanza en Dios y el valor como Josaba. Esta mujer sólo es mencionada en dos versículos de la Biblia que relatan la misma historia, pero sus acciones cambiaron el curso de la historia del pueblo de Judá.

En estos momentos de crisis mantengamos la esperanza en Dios y orientemos todas nuestras acciones para agradarle. Después de haber pasado las crisis, podremos ver con más claridad cómo Dios ha estado siempre con nosotros en los momentos más difíciles, sosteniendo y bendiciendo nuestras vidas. Que el Señor nos dé la fuerza para enfrentar de la mejor manera las crisis, para transformar el agua caliente en un agradable café y ver las crisis no solo como problemas a solucionar sino como oportunidades.

“Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el Señor esperan”

(Salmo 31:24 NVI)

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