miércoles, 18 de noviembre de 2020

 

Tenemos Esperanza


Por Ana María Urrutia

Cuando todo nos parece perdido, la fidelidad de Dios y la confianza a sus promesas, a nosotros los creyentes, nos ánima. A pesar de vivir muchas veces bajo situaciones adversas y por qué no decirlo, bajo situaciones de crisis sociopolíticas, económicas y religiosas (como se viene sintiendo y se ha hecho visible desde hace un año) el creyendo es particularmente una persona optimista en la esperanza de salvación. A pesar de sentir y reconocer el pesimismo histórico, es decir, de ser capaz de entender y advertir las injusticias y lo irregular de muchas situaciones en la vida y en el sistema, nace en él, un horizonte esperanzador, un horizonte ético hacia el cual transitar.  La esperanza de la cuál hablan muchos escritores en la biblia, entre ellos Pablo, no está enfocada en el más allá. Esta esperanza de Salvación tiene sentido para el cristiano, en el aquí y en el ahora. La esperanza del cristiano está puesta en el significado que la Resurrección de Cristo tiene en la vida de cada creyente y de cada comunidad. Los que no tienen esperanza son los que no ven un sentido y un futuro para la historia. Los que carecen de utopía y dejan de caminar hacia un horizonte ético diferente, los que dejan de construir el Reino de Dios en la historia, tal como lo propuso Jesús, finalmente, son los que dejan de soñar. Eduardo Galeano en uno de sus libros, citando a Fernando Birri se pregunta para qué sirve la utopía y se responde “La utopía está en el horizonte, camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se correo diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar” Cuando perdemos la esperanza, es cuando nos sentimos derrotados, y dejamos que el sistema, las circunstancias, los problemas, las dificultades nos manejen. Dejamos de tomar decisiones por miedos y permitimos que factores externos nos dominen. Néstor Míguez dice que “la opresión sabe que alcanza su mayor victoria cuando es capaz de despojar a su víctima aún de la esperanza. Pero el ser humano oprimido percibe que renunciar a la esperanza es renunciar a la vida”. Tener esperanza en la Salvación y creer en la Resurrección de Cristo es vivir pensando no en el futuro después de la muerte ni en el más allá, es vivir transformando nuestro presente gracias a la victoria que la Resurrección de Cristo trajo a nuestras vidas.

 

 

 

 

Les dejo la letra y el link de un himno latinoamericano escrita por Federico Pagura:

https://www.youtube.com/watch?v=NWWoWXXpI4s

Porque Él entró en el mundo y en la historia
Porque Él rompió el silencio y la agonía
Porque llenó la tierra de su gloria
Porque fue luz en nuestra noche fría

Porque Él nació en un pesebre oscuro
Porque Él vivió sembrando amor y vida
Porque quebró los corazones duros
Y levantó las almas abatidas.

Por eso es que hoy tenemos esperanza
Por eso es que hoy luchamos con porfía
Por eso es que hoy miramos con confianza
El porvenir en esta tierra mía
Por eso es que hoy tenemos esperanza
Por eso es que hoy luchamos con porfía
Por eso es que hoy miramos con confianza
El porvenir

Porque atacó a ambiciosos mercaderes
Y denunció maldad e hipocresía
Porque exaltó a los niños, las mujeres
Y resistió a los que de orgullo ardían

Porque Él llevó la cruz de nuestras penas
Y saboreó la hiel de nuestros males
Porque aceptó sufrir nuestra condena
Y así morir por todos los mortales.

Porque una aurora vio su gran victoria
Sobre la muerte, el miedo y la mentira
Ya nada puede detener la historia
Ni de su Reino eterno la venida

Por eso es que hoy tenemos esperanza
Por eso es que hoy luchamos con porfía
Por eso es que hoy miramos con confianza
El porvenir en esta tierra mía
Por eso es que hoy tenemos esperanza
Por eso es que hoy luchamos con porfía
Por eso es que hoy miramos con confianza
El porvenir

Por eso es que hoy tenemos esperanza
Por eso es que hoy luchamos con porfía
Por eso es que hoy miramos con confianza
El porvenir

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